Antes de empezar a hablar de los años pasados en este pueblo, quisiera presentar un poco a los personajes que intervinieron por lagos años en mi vida, ya he hablado de mi abuela mas arriba, se trata de Irene la madre de mi padre, Nene como se la llamó de joven quedó viuda de un militar pero a pesar de que los militares habían ganado e imponían su ley a golpe de crímenes y robos, desde el punto de vista de los sueldos todo siguió igual, si destrozaron la Republica para cobrar mas no lo consiguieron. Mi abuela era viuda y cobraba una pensión de miseria, también recibía algo por haber perdido un hijo en la gloriosa cruzada, pronto contaré como fue, estas pensiones no le permitían ni pagar un alquiler y ni siquiera comer, así que se vio obligada a vivir toda su vida con sus hijos. Recuerdo que los primeros de mes, hasta su muerte, esperaba sus pensiones que el Habilitado de Clases Pasivas le mandaba, con las cuatro perras nos compraba caramelos y no le quedaba para nada mas, era el precio de un marido y de un hijo, para los vencedores no valían mucho.
Quiero presentar a sus hijos, mis tíos, a mi abuela ya la encontraremos a lo largo de este relato, murió el mismo día en que yo pase a Francia.
Empezaré hablando de su hijo Manolo, no le conocí y lo que se son los recuerdos de la familia. Según dicen fue socialista y acostumbraba a manifestar con los estudiantes contra la falange fascista, poco duró en estas lides, seguramente el altísimo para castigarlo le hizo conocer a una joven llamada Lucia, se enamoró sin importarle que era una beata ella aceptó su enamoramiento y le dijo que también le amaba pero que había decidido consagrar su vida a Dios, el plan era casarse y después los dos ingresar en el convento, por separado, claro.
Mi tío acepto el plan con entusiasmo pero fue llamado a filas para defender a la Republica, naturalmente su novia era fascista, como buena católica y le convenció de pasarse a los rebeldes en cuanto tuviera ocasión, así lo hizo y murió en el curso de la batalla del Ebro. Su novia fue la primera informada y fue a dar la noticia a su casi suegra, se echo en abrazos de mi abuela y le dijo con un rostro iluminado por la alegría, -vengo a darle una maravillosa noticia, su hijo ha muerto y nos espera en el cielo donde nos reuniremos con él, ojala sea lo mas pronto posible- Mi abuela no dijo nada, la cogió del brazo, la llevo a la puerta y la echo fuera gritando –no aparezcas mas por qui. Estupida-
La joven Lucia entro en un convento y no supimos mas de ella, el cuerpo de su enamorado no apareció, quedo con los restos de otros combatientes de los dos bandos en el teatro de la famosa batalla, hace unos años visite con algunos compañeros las trincheras y pudimos ver que aun estaban llenas de huesos que nadie se había ocupado de enterrar, cada vez que la lluvia o la erosión intervenían aparecían mas huesos, en nuestro paseo sin querer tropezamos con algunos, puede que sin saberlo paseara sobre los restos de mi tío.
Mi abuela tuvo cinco hijos varones y una hija, se llamaba Conchita que murió nada mas nacer. La cosa fue como sigue, en aquel tiempo las mujeres de la burguesía no criaban ni amamantaban a sus hijos, al nacer les buscaban un ama que se encargaba de ellos hasta el momento en que la familia les recuperaba para enviarlos a un colegio, los niños crecían en pueblos o granjas lejos de sus familias, esa fue la suerte de mis tíos, nunca perdonaron a su madre que se hubiera alejado de ellos en su infancia, el único al que Irene guardó con ella fue a mi padre, Enrique, so se sabe porque ya que no era ni el mas pequeño ni el mayor, así que madre e hijo vivieron toda la vida juntos, pero el haberle criado no hizo que mi padre la tratara con cariño, así que se lo podía haber ahorrado.
Conchita murió a causa de esta costumbre, a su nacimiento no habían encontrado un ama que la alimentase, siguieron buscando y al no encontrar ninguna acabó muriéndose de hambre, la vida de los niños no tenia mucha importancia en aquella época..
Seguiré hablando de mi tío Guillermo, fue mi pariente favorito, el único al que tuve cierto aprecio. Fue de los que se criaron en el campo y contaba que cuando vinieron a buscarlo no quiso marchar con sus padre, se escondió y hubo que arrastrarlo para que volviese al seno familial, siempre me dijo que él no tenía más madre que su ama.
Como la familia no tenia dinero para pagar estudios a su hijo encontró un pariente rico que se comprometió a pagar los estudios de Guillermo, con la condición de que fuera médico, a Guillermo le gustaba la medicina y empezó su carrera, no fue muy lejos, cuando se vio ante un cadáver al que había que abrir, se desmayó al primer golpe de bisturí, no soportaba la vivisección ni la sangre, no tuvo mas remedio que dejar los estudios con gran desesperación de la familia.
El problema se soluciono gracias a la guerra, fue a defender la República y le encontramos en Albacete luchando al lado de las Brigadas Internacionales, fue el que nos ayudó a reunirnos con mi padre.
A mi tío Guillermo lo conocí mejor cuando vino a vivir con nosotros durante algunos meses en Castellón, ya contare como fue el que viniera allí, lo que quiero contar aquí es el final de su guerra que me relató aprovechando que yo era una cría de 7 años y que podía contarme cosas de las que estaba prohibido hablar en aquel entonces, sus historias se clavaron en mi mente y contribuyeron en mucho a mi educación como rebelde impenitente.
Según él su papel al lado de Marty fue importantísimo y escuchando todas sus hazañas no podía comprenderse como perdimos la guerra, él solo hubiera podido ganarla. No fue así y los fascistas lo hicieron prisionero, encerrado en un campo, puede decirse que de exterminio, ya que veía como iban sacando a sus amigos y camaradas para fusilarlos según el humor de los falangistas, contaba con emoción que cuando vinieron a llevarse al paredón a su mejor amigo, este se lavo, se peino y arreglo sus ropas lo mejor que pudo, a los verdugos que le gritaban que se diese prisa les contestó con calma, llevo esperándoos muchos días, así que ahora esperareis unos minutos, quiero morir con dignidad.
A él no vinieron a buscarle, un día sus compañeros le dijeron riendo, mira el gilipollas que viene para aquí, es un legionario y que bien maneja el latiguillo, mi tío lo miro y dijo asombrado, hostias es mi hermano, así era, Manolo su hermano pequeño había huido de su casa para alistarse en la legión franquista, era demasiado bajito para entrar en el ejercito, en Canarias donde se unió a los golpistas se puso a beber hasta caer en el alcoholismo , seguramente para soportar las burlas de los fascistas legionarios debidas a su estatura, esta lacra la arrastro toda su vida y al final le llevó a la muerte.
Por el momento estaba allí para salvar a su hermano, llegó seguido de dos de los guardianes del campo y dándose golpes en las botas con la varita de mando, sin casi mirar a Guillermo le ordenó prepararse ya que pronto lo trasladarían a Valencia, sin mas se marcho después de gritar a los guardias que preparasen a su hermano para salir de allí, mi tío le insulto y le dijo que le dejara morir con sus compañeros, Manolo no le contestó y se marchó mirando con desprecio y altivez a los guardianes, el era un caballero legionario, todavía hay clases y entonces mas que nunca.
Según me contaba mi tío cuando Manolo desapareció sus camaradas se rieron de él y los guardias le pegaron una paliza fenomenal, la que seguramente hubieran querido dar al gilipollas de su hermano, el caso es que llegó entero a Valencia, pero nunca perdonó a su hermano que le hubiera salvado la vida. Para mi fue siempre un héroe y el primer luchador republicano al que admiré, el primero que me hablo de una guerra de la que no se podía saber nada, como ahora.
Mi tío Paco es también un personaje de esta familia mía, era el mayor de .los hijos y como su padre era militar tenia derecho a que el estado le pagara la carrera de las armas, así que escogió ser artillero y en este cuerpo ganó su vida hasta que le echaron por diversas razones algunas debido a su vida y otras a la acción anti-franquista de su hijo y de su sobrina, yo, naturalmente no lo echaron, simplemente le ordenaron que pidiera la excedencia, creo que se alegró, no había nacido para militar.
Ya lo presente cuando lo encontramos como golpista en el cuartel de Valencia, el golpe fue un fracaso, en parte debido a mi abuelo, y él terminó encerrado en las torres de Cuarte, allí pasó toda la guerra, algunos de sus compañeros de rebelión contra la República fueron juzgados por los tribunales legales y pasados por las armas, como correspondía a su delito, mi tío Paco se libro de esta suerte, mas bien mala suerte, aunque los insurrectos se la habían buscado. Según se dijo en la familia fue mi abuelo que le protegió impidiendo el castigo que seguramente merecía por golpista.
Mi abuela Irene me contó llena de orgullo como iba, con otras madre y esposas de militares sublevados a llevar comida a sus familiares, nos vestíamos con lo mejor que teníamos, debíamos mostrar que éramos señoras y no zuparrastrojos como los que mandaban, no consentíamos en hablar con los soldados, de la República, claro, que eran unos malditos rojos, son de otro Adán y de otra Eva, este comentario se lo aplicaba a todos los que creía que no eran de su alcurnia, a mi estas palabras me producían una ira profunda, la misma que siento ahora mientras las escribo.
Los rebeldes genocidas ganaron la contienda y se dedicaron a exterminar al mayor número posible de republicanos, durante meses y meses se fusiló en Paterna y en el Grao. Mi tío Paco salió de su torre, se incorporó al ejército franquista y se casó con su novia, Maria Luisa, una canaria de gran belleza.
Si creyó que el haberse sublevado le iba a proporcionar gloria entre los fascistas se equivocaba. Había estado preso durante toda la contienda y además no lo habían fusilado, así que debía hacer méritos, ahora le tocaba a él luchar por el Impero Hacia Dios. Fue enrolado en la División Azul, como voluntario, aunque no le pidieron su opinión, como a todos los demás voluntarios.
División Azul
De La Frikipedia, la enciclopedia '''extremadamente''' seria.
«¡Proximamente solucionaré lo de la Guerra de Ifni creando la Multiplicación Azul!»
~ Francisco Franco en sus memorias.
«Y entonces, con ambas manos, agarré el tanque y lo arrojé sobre los 90.000 rusos que salieron corriendo a la desbandada...»
~
Excombatiente octogenario contando batallitas sobre sus recuerdos de la División Azul.
«Ещё одной
Испания
сценой стала встреча
Пиво
, Бензино Напалони. Хинкель, чтобы подчеркнуть своё
Тапас
, пытается сесть выше Бензино Напалони.»
~
Un ruso Sobre las tradiciones españolas al ver a la División Azul.
La División Azul ( conocida en alemán como "Blaue Division" y en ruso como "Joderrr, ya vienen los españoless estos") era un grupete de voluntarios españolísimos que lo dieron todo (militarmente hablando) en la Segunda Guerra Mundial ayudando al colega de Espiña por aquellos tiempos, el señorito de la guerra Don Adolfo Hitler.
En principio, ayudaron a la Wehrmacht en el Frente oriental matando rojos en las fronteras de la Unión Soviética ya que en España ya no quedaban muchos por enviar al paredón; pero con el paso del tiempo, muchos soldados ibéricos se quedaron en esas gélidas tierras o bien se fueron a morir a Berlín atravesados por los balazos de Miguel Strogoff.
El origen
Además de la Legión Cóndor, Franco le debía otra por que Hitler le regaló la edición de bolsillo del "Mi trucha".
Al final de la Guerra Civil, el soberano de la "nueva España" (conocida a partir de ahí como Espiña) Paquito I "el Generalísimo le debia un favor a un coleguilla que le había ganado con el asunto este de la guerra: el señorito Hitler, mandamás del III Reich. Resulta que Adolf había mandado a la Legión Cóndor para ayudar a las tropas rebeldes. La Legión Cóndor consiste en un grupo de palomas que se cagaban (de forma totalmente literal) en las tropas leales a la República. Si a eso le sumamos que la Legión Cóndor ayudó al afamado pintor y coleccionista de canicas Picasso con su "Guernica", el favor tedría que ser ya muy grande. A Franquito, gracias al apoyo Ministro de Asuntos Exteriores el señor Jamón Serrano Súñer, se le ocurrió la creación de un cuerpo militar para ayudar a la Wehrmacht en el Frente ruso a comienzos de la Operación Barbarroja (que nada tiene que ver con piratas).
Para captar gente para alistarse al proyecto pusieron anuncios de esos que tienen unas pestañas con teléfonos (en este caso el de Franco y el móvil de un arlequín que conoció en Badajoz) que puedes arrancar y llevar el teléfono contigo hasta que se pudriese en la lavadora. Gracias a eso, se alistaron algunos ex-combatientes necrófilos del bando facha en la Guerra Civil, algunos falangistas vagabundos y el equipo de Iker Jiménez en busca de psicofonías en las trincheras rusas.
Pese a la gran oleada de gente alistada, todos eran viejunos sin más; por eso mismo tuvieron una ocurrencia: llamar a jóvenes universitarios pajilleros haciendo llamadas diciéndoles que habían ganado unas vacaciones en Denia con todos los gastos pagados. Un autobús recogió a varios miles de soldados, tanto voluntarios como pardillos que creían que se iban a pasar dos semanas zurrándose la sardina bajo el mar mirando tías buenas. Estos últimos se enteraron de lo de la División Azul cuando ya estaban en Baviera, donde fueron instruidos en la forma de ponerse el casco y atarse las botas militares correctamente. Nada más. De allí fueron a parar a Polonia donde les metieron a todos en vagones de ganado y toallas portuguesas con bigote en los que irían a Rusia para luchar contra el comunismo infernal y demoníaco.
Entre ellos, se encontraban valientes pilotos asturianos que cabalgaron por Rusia en Focke Wulfs (Foquegul para los incurtox) 190 A-3 matando rusos a diestro y siniestro.Fueron pilotos de la IV Escuadrilla Azul. Entre ellos se encontraba Jose Llaca,que derribo a 7 rusos,y sobrevivió a la guerra de Adolfo. Mas tarde, la palmaba en Comillas en un accidente aéreo. La lata de sardinas voladora que el gobierno de Paquito le concedió para buscar un aeródromo entre Llanes y Santander fallo en el motor y tuvo una muerte rápida pero desgraciada.
La historia de la División Azul no fue tan divertida como aquí se cuanta, pero lo que se dice en tono de broma responde a una realidad. A militares y soldados se les obligó a ir como voluntarios para defender el fascismo alemán, puede que algunos falangistas fuesen de buena gana, matar a comunistas era un pasatiempo favorito entre estos señoritos, otros fueron por diversas razones, como salvar su vida amenazada por el franquismo, el caso es que llegaron al frente del este sin saber muy bien que es lo que les esperaba, el frío, el hambre la derrota. Tuvieron suerte ya que Hitler no se fiaba de los fascistas internacionales desde que los italianos salieron corriendo ante los rusos, como en Guadalajara ante los republicanos, así que colocó a estas huestes en la retaguardia y allí se encontró mi tío tomando parte en el cerco de Leningrado, pocos recuerdos trajo de allí, no contaba gran cosa, salvo que en una casa encontró un icono que se trajo a España como botín de guerra, estaba muy orgulloso de ello hasta la muerte de Franco en que empezó a tener miedo de que le acusaran los comunistas de ladrón y nos pidió que no habláramos de esta asunto, yo, tan malvada como siempre, le asegure que iría inmediatamente a dar cuenta al comité central del Partido Comunista, que trasmitiría al ídem de la Unión Soviética, no creo que tomara en serio mis amenazas pero si se sintió intranquilo mejor.
Una anécdota que siempr4 contaba mi tío me parece interesante, el cuerpo de ejército al que pertenecía fue evacuado de Leningrado y devuelto a España pasando por Berlín, allí Hitler recibió a los mandos, les prendió medallas y les regaló un reloj de pulsera a cada uno con los símbolos fascista, mi tío lo conservó toda su vida, hasta que se lo robaron, naturalmente yo le solté que me alegraba mucho, el meterme con mi tío es uno de los mejores recuerdos familiares de mi juventud,
La anécdota a la que me refiero es la siguiente, cuando pasaron los militares por Berlín fueron invitados al gran funer nacional por el Mariscal Von Paulos, según contaba fue algo enorme, despliegue de símbolos fascistas, brazos en alto y marcha fúnebre de Wagner, dedicada a la muerte de un héroe, el problema es que Von Paulos no estaba muerto, se rindió a los soviéticos cuando fueron cercados en la batalla de Stalingrado, pero eso el dictador fascista no podía tolerarlo, un mariscal no se rinde, así que organizó un funeral por alguien que estaba vivito y coleando, todo el mundo lo sabia pero nadie se atrevía a comentarlo, la mentira y el fascismo siempre unidos intentan cambiar la historia el engaño es su arma, como ahora.
No quiero acabar de hablar de la famosa división sin acordarme de cómo en tiempos cercanos ha sido utilizada para seguir humillando a los republicanos. Bono, el socialista que cuando no esta ocupado a hacer fructificar su fortuna se dedica a reprimir a los republicanos, organizó un espectáculo para regodeo de fascistas, en el desfile militar del día de la fiesta nacional invito a un republicano de los que entraron en Paris, en los tanques con nombres de batallas republicanas, pues bien a este anciano señor le hizo desfilar al lado de un antiguo mando de la división fascista, el porque nuestro luchador se presto a esto no lo se, la edad y quizás la demencia senil lo justifiquen, el resultado fue que el fascista divisionario se rió de él y fue contando a los periodistas que el luchador republicano se cuadro ante él y le llamo “mi comandante”, gracias Bono, una humillación mas, el Opus te felicitará por ello.
A lo largo del relato de mi vida iremos encontrando a mi tio el militar y sus sordidas y trágicas historias, ya las ireis conociendo, son típicas de un pais fascista y beato como era España y como sigue siendo, poco han cambiado las cosas.