domingo, 23 de septiembre de 2007

MI NUEVA VIDA EN PARIS



MI NUEVA VIDA EN PARIS



En Paris empecé verdaderamente una nueva vida, quizás mas parecida a la que compartí con mi madre en Madrid que la que luego lleve en Alicante y Barcelona, mama trabajaba en un taller de alta costura, yo trabajaba en la OFPRA, Ignacio no hacia gran cosa, en aquellos tiempos recuerdo que siempre estaba tumbado en un diván diciendo que estaba buscando la manera de ganar a la ruleta, tenia una serie de cifras que manejaba y que estaba seguro que le llevarían a hacer saltar la banca del casino mas cercano, para eso necesitaba tener una suma a su disposición y así que lo poco que ganaba lo guardaba y vivía del trabajo de mi madre, a mi mas que nada me parecía un zángano, mama estaba de él hasta la coronilla.

La casa de mi madre estaba siempre llena de los militantes del Felipe que sin papeles ni dinero no tenían muchos sitios donde ir, debíamos tener cuidado, sin papeles la policía francesa podía en todo momento detenernos y entregarnos a la policía española, así que siempre salíamos con el nombre de un abogado en el bolsillo, si nos detenían debíamos pedir su presencia, pero me temo que la policía francesa no nos hubiera hecho mucho caso, tanto mas que en España habían dado nuestros nombres para que nos detuvieran y entregaran a nuestros perseguidores, poco tiempo después cuando ya trabajaba en la OFPRA uno de los jefes de la sección española, Arolas me llamo para decirme que la policía francesa tenia nuestros nombres y nos entregaría a los españoles, creo que me lo dijo departe de los franceses que querían evitar el escándalo de entregar a los antifascistas y deseaban que nos marcháramos del país, también supimos por la misma fuente que buscaban a mi madre como enemiga del régimen franquista, ella nunca se metió en ningún lío político pero sacaron su expediente como prima del policía asesino y donde figuraba la denuncia de mi padre como roja, así que tuvimos que pedir para ella también el asilo político, siendo mi madre tenia derecho a tenerlo, lo malo es que yo aun no lo era y me costo un rato tenerlo.



Tenia que presentarme a la policía en la central de la Cite, y después de horas esperando turno me mandaban a una ventana, donde con el papel que avalaba mi petición de refugio me recibían con insultos y burlas, yo no hablaba el francés, solo lo chapurreaba pero lo entendía perfectamente y tenia que oír como se burlaban de mi, el empleadillo se volvía riendo a sus congéneres diciendo -vean la mierda que Franco nos envía-, la mierda era yo y todos los otros emigrantes, de cualquier nacionalidad. Yo seguía insistiendo, día tras día, la CNT me había dado un aval diciendo que conocía mi lucha contra Franco, pero eso no les bastaba, me llevaron  un despachito para interrogarme, querían que les diera nombres de mis compañeros de lucha y que escribiera las acciones contra el régimen que me habían llevado a la dulce Francia, yo no estaba dispuesta a contar nada, sabia que lo que dijera acabaría llegando a la policía española, me hice la tonta, se me da muy bien, con mi mejor sonrisa boba les conté que yo era asistenta social y que al ver la miseria de mis contemporáneos había querido protestar y manifestar por la democracia, después de aguantar gritos y denuestos a los que yo contestaba sonriendo y diciendo que no les entendía, me dijeron que me marchara con viento fresco y que debía saber que el Estado francés había prohibido dar asilo político a ningún refugiado español. Me fui y presente un informe al director de la OFPRA a petición suya, parecía indignado así que nos dio a Portales y a mi una carta para un dirigente de la policía, con este ábrete sésamo nos recibieron muy bien y en unos días tuvimos la tarjetita que nos permitía no temer que nos entregaran a los españoles, Portales era un compañero de archivo, siempre trabajamos juntos, era un tipo estupendo, ya hablare de su historia mas adelante.



Tampoco estábamos totalmente a salvo, si nos detenían podían expulsarnos aunque fuésemos refugiados, pero no podían entregarnos a España, nos darían a escoger país siempre y cuando el país escogido nos aceptara, así que mi madre yo y el que luego fue mi marido decidimos que pediríamos asilo al Líbano, nos gustaba porque hacia calorcito y había hermosas playas, entonces era un país prospero y tranquilo no quiero ni pensar el horror que hubiera sido encontrarnos allí cuando ese bello país se convirtió en un infierno.



Una tarde al salir de mi trabajo mama me dijo que ibamos a buscar a Mary Luz, que antes de que yo llegara viva con ella,y ahora estaba con Antonio, del que hablare mas adelante, vivian sus amores en pleno barrio latino, fuimos las dos a la Rue Dauphine, donde moraba la feliz pareja, ya describiré mas adelante el antiguo Hotel de Poste convertido en minúsculos apartamentos y ocupada por refugiados españoles y trabajadores emigrados, era muy típico y aparece en una novela de Teofilo Gautier, en sus sótanos estaba el mítico Tabu, la cava mas típica de Paris y donde en épocas de después de la guerra se reunían los que se llamaban los existencialistas, siguiendo las enseñanzas de Sastre, filosofo que estuvo de moda en esa época.

La feliz pareja nos recibió con desconfianza, mi madre nada diplomática sin hacer caso de Antonio le dijo a Mary Luz que venia a buscarla departe de su padre, ella contesto que no pensaba separarse de Antonio y que no se molestase en insistir, en la habitación había algunos amigos de Antonio, refugiados como él, entre ellos un muchacho silencioso y que poco intervino en la conversación, nos fuimos deprisita y sin que la novia viniese con nosotros, pero alguien se intereso a nuestra aparición por allí.

 Uno de los tertulianos me llamo pocos días después a la oficina, yo había dado el numero de mi trabajo para que se me contactara allí para mis citas políticas, seguía militando en el Felipe, cuando cogi la llamada creí que se trataba de algo político y le dije que viniese a esperarme a la salida de la oficina, allí estaba mi interlocutor  esperándome con una rosa,  me di cuenta enseguida de que no se trataba de política, así empezaron las relaciones con mi marido y que duraron casi 40 años, hasta su muerte, al parecer se había enamorado de mi en mi breve visita a su amigo, yo la verdad no me acordaba de él y tampoco tenia ningún plan romántico, pero supo convencerme con alguna artimaña y así ya no nos separamos mas, ya lo contaré


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