mi hermano con su novia |
LA
POLITICA Y YO
Mi vida
seguía su curso en Barcelona, mis estudios en la academia de asistencia social
no dejaban de interesarme y cada vez mas me iba metiendo en política, como se decía
entonces, se trataba de buscar la manera de oponernos a un régimen dictatorial
que a muchos jóvenes nos indignaba, muchos de nosotros no sabíamos nada de la
Guerra civil, que la hubo y que Franco gano y poco mas conocíamos, los padres
no hablaban a los hijos de lo sucedido en aquella lucha por la Republica y que
acabó en un horrible genocidio, el miedo seguía enmudeciendo a toda un generación,
ahora bien los que ganaron también callaban, no les interesaba decir como habían
denunciado a sus vecinos, como se habien apropiado los bienes de los
republicanos, como habían enviado a la muerte a cientos y miles de personas
para así conseguir poder y riqueza, el recuerdo de los gloriosos caídos por
dios y por España estaba allí siempre presente en las antenas de la radio, eso
bastaba para que el miedo continuara, siempre estaban allí los asesinos,
presentes.
Nuestro
faro y guía era Francia, deseábamos un régimen como el que allí había,
democracia, republica, libertad, esos eran nuestros deseos, en nuestras
reuniones recordábamos la resistencia francesa contra el invasor nazi, desconocíamos
entonces que esta lucha contra el invasor fascista fue llevada sobre todo por
los republicanos españoles que se refugiaron en Francia para caer luego en
manos de los nazis entregados por el régimen fascista de Vichy, la única solución
fue resistir y eso hicieron heroicamente, la lucha contra el fascismo que habían
perdido en España la ganaron en Francia.
Naturalmente
nada conocíamos de estas historias,
apenas sabíamos que miles de españoles vivían desperdigados por el ancho
mundo, desaparecieron en un agujero negro creado por el cato nazismo
franquista. Nuestras charlas solían acabar escuchando algunos discos que en
España estaban prohibidos y que nos emocionaba escuchar, “Le Temps de Cerises”
y algunos otros de corte revolucionario, pero nuestro favorito fue siempre “Le
Chant de Partisans” que era un himno a los resistentes franceses, luego supe
que nunca se canto mientras Francia estuvo ocupada, se compuso luego, al acabar
la guerra, pero no quita que era muy hermoso y nos emocionaba al pensar que
nosotros también podíamos ser resistentes.
Mi vida
de familia también seguía su curso, mama ya no venia con su rico murciano,
acabó harta, no deseaba ser una novia escondida y se dio cuenta de que con él
no seria mas que eso, por entonces se encontró con Ignacio y Vicente Gaos, los
hermanos de Lola que se estaba convirtiendo en un estrella de la pantalla,
Vicente, el antiguo enamorado de mi tía estaba de paso para irse a México con
su hermano el conocido filosofo, Ignacio y mi madre se enamoraron, eran amigos
de infancia y acabaron unidos, Ignacio era el perfecto intelectual, nada de
hombre de acción, pero supo conquistar a mi madre con su supuesta inteligencia
y cultura, de hecho no trabajaba en nada, nunca encontró nada que le conviniese
y vivían del trabajo de mi madre, siempre cosiendo.
Por
aquel entonces mi padre compro una moto para mi hermano mayor como recompensa
por su, bachillerato, Quique aprovecho para ir y venir con sus amigos y
divertirse por la costa, un día empezó a quejarse de que le dolía la mano, fue
al médico y su veredicto fue terrible,
en la palma de la mano tenia una verruga enorme y negra como el carbón, el
doctor nos dijo que creía que era un melanoma, cáncer mortal, que le harían una
biopsia para asegurarse y que si lo era inmediatamente le cortarían la mano
para evitar que el mal se propagase. Quedamos aterrados, mi padre llamó a mi
madre para que viniera a asistir a su hijo, estuvo muy bien de su parte fue un
detalle humano, pero supongo que no quería afrontar solo lo que se avecinaba.
Recuerdo
que mi padre lloraba en el despacho y se lamentaba tirándose de los pelos, mama
vino con nosotros para estar presente cuando hicieran los análisis , yo la
tranquilicé, estaba segura de que Quique no tenia cáncer, siempre he tenido
presentimientos así, nos dejaron estar
presentes en el quirófano, le iban a hacer la biopsia y todo estaba
preparado para a continuación seguir con el corte de la mano, estábamos en una galería
acristalada que daba sobre la sala de operaciones, apenas respirábamos, el
cirujano ofició, los analistas hicieron su cometido y después de un tiempo que
nos pareció inmenso el cuerpo médico nos hizo señas de que todo iba bien, a mi
hermano le sacaron de la camilla, y el cirujano vino a contarnos lo sucedido,
no era un melanoma, era una verruguita vulgaris y su aspecto se debía a que Quique
no se lavaba mucho las manos y la grasa de la moto se había acumulado en la
verruga dándole ese mal aspecto que engañó a los especialistas..
Nuestra
alegría fue grande, pero la cosa trajo cola, mi hermano Quique que era un romántico
le pidió a mis padres que si se salvaba volvieran a vivir juntos, mi padre
entre los llantos en su despacho prometió a dios, la virgen y todos los santos
del cielo volver a ser un buen esposo si la entidad desconocida salvaba a su
hijo, y así fue. Una vez pasado el alegron mi padre le comunico a Milagros lo
que había prometido cumpliendo los deseos de su hijo, mi madre quedo anonadada,
no tenia ningunas ganas de volver con Enrique después de cómo la trató siempre,
violador de su hermana, denunciándola para que se pudriera en la cárcel y
pagando falsos testimonios, no la había dejado ver a sus hijos impidiéndoles
que tuviesen una madre y además era insoportable, ella bien lo sabia. Una
promesa al dios supremo era una promesa y mi padre y mi madre a lo mejor temían
que la ira divina cayera sobre ellos, mi madre no había prometido nada a ese
ente desconocido pero la religión no es mas que una superstición y pensó por un
momento que debía sacrificarse para que ningún rayo perdido cayera sobre
nosotros.
Me contó
sus miedos y sus dudas, me dijo que mi padre le ofrecía ser otra vez su santa
esposa pero que antes de entrar en Paseo de Gracia debía pasar unos meses en un
sanatorio haciéndose examines para tener la seguridad que no estaba tísica y no
iba a contaminarle, el colmo, lo mismo que me hizo a mi cuando me envió a La Font
Rocha. No tuve que pensarlo mucho para aconsejarla que declinase el amable
ofrecimiento, yo aunque aquí estés me iré en cuanto pueda le dije, ya tenia
trazados mis planes, mis hermanos pronto se harán mayores y seguirán su camino,
y tu te encontraras mas bien sola con mi insoportable padre que nunca te ha
tratado bien, yo sabia la relación de mama con Ignacio y que estaba muy
ilusionada, así que le aconsejé que no cambiase su vida por locas
supersticiones. Mama se lo pensó y me dió razón, se marcho a Madrid y siguió allí
su vida con su nuevo enamorado, pero su tranquilidad no iba a durar mucho.
Una
tarde, estando yo en casa, tuvimos una visita, se trataba del rico
terrateniente murciano, quería hablar con mi padre, me dejo helada, al parecer
se conocían de Valencia, comprendí que algo se tramaba y procuré enterarme de
lo que decían, no se como lo conseguí, pero ese tipo venia a pedir a mi padre
que denunciase a mi madre, otra vez, esta vez como roja, le contó llorando que
Milagros le había abandonado por Ignacio, que él nada podía hacer pero mi padre
podía vengarle, nos engaña a los dos, le dijo, mi padre le prometió que se ocuparía
del asunto, pero no le deje mucho tiempo para hacerlo, me puse en contacto con
mama y le conté la teoría del complot, se trataba de que al denunciarla le
quitasen el pasaporte y así impidieran que se fuese a Paris que era lo que habían
decidido ella su enamorado, así avisada mi madre pudo refugiarse en Francia rápidamente
antes de que le quitasen el pasaporte, no se si mi padre llegó a denunciarle,
me temo que si ya que cuando la policía nos buscó a las dos, a ella por ser mi
madre, en Paris me enteré de que la buscaban por roja, Mama me contó cuando al
fin pudimos vernos en Francia que el murciano se comportó como un cerdo con
ella, después de llorar pidiendo que no le dejara le quito las cuatro joyas que
le había regalado y la cubrió de insultos, nunca mas volví a saber nada de él,
mejor. Milagros se marchó, se instaló en Lille y después en Paris, allí pudimos
vivir tranquilas y juntas, ya veremos como.
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