miércoles, 10 de octubre de 2007

LA POLITICA Y YO



mi hermano con su novia

LA POLITICA Y YO


Mi vida seguía su curso en Barcelona, mis estudios en la academia de asistencia social no dejaban de interesarme y cada vez mas me iba metiendo en política, como se decía entonces, se trataba de buscar la manera de oponernos a un régimen dictatorial que a muchos jóvenes nos indignaba, muchos de nosotros no sabíamos nada de la Guerra civil, que la hubo y que Franco gano y poco mas conocíamos, los padres no hablaban a los hijos de lo sucedido en aquella lucha por la Republica y que acabó en un horrible genocidio, el miedo seguía enmudeciendo a toda un generación, ahora bien los que ganaron también callaban, no les interesaba decir como habían denunciado a sus vecinos, como se habien apropiado los bienes de los republicanos, como habían enviado a la muerte a cientos y miles de personas para así conseguir poder y riqueza, el recuerdo de los gloriosos caídos por dios y por España estaba allí siempre presente en las antenas de la radio, eso bastaba para que el miedo continuara, siempre estaban allí los asesinos, presentes.

Nuestro faro y guía era Francia, deseábamos un régimen como el que allí había, democracia, republica, libertad, esos eran nuestros deseos, en nuestras reuniones recordábamos la resistencia francesa contra el invasor nazi, desconocíamos entonces que esta lucha contra el invasor fascista fue llevada sobre todo por los republicanos españoles que se refugiaron en Francia para caer luego en manos de los nazis entregados por el régimen fascista de Vichy, la única solución fue resistir y eso hicieron heroicamente, la lucha contra el fascismo que habían perdido en España la ganaron en Francia.

Naturalmente nada conocíamos de estas historias,  apenas sabíamos que miles de españoles vivían desperdigados por el ancho mundo, desaparecieron en un agujero negro creado por el cato nazismo franquista. Nuestras charlas solían acabar escuchando algunos discos que en España estaban prohibidos y que nos emocionaba escuchar, “Le Temps de Cerises” y algunos otros de corte revolucionario, pero nuestro favorito fue siempre “Le Chant de Partisans” que era un himno a los resistentes franceses, luego supe que nunca se canto mientras Francia estuvo ocupada, se compuso luego, al acabar la guerra, pero no quita que era muy hermoso y nos emocionaba al pensar que nosotros también podíamos ser resistentes.

Mi vida de familia también seguía su curso, mama ya no venia con su rico murciano, acabó harta, no deseaba ser una novia escondida y se dio cuenta de que con él no seria mas que eso, por entonces se encontró con Ignacio y Vicente Gaos, los hermanos de Lola que se estaba convirtiendo en un estrella de la pantalla, Vicente, el antiguo enamorado de mi tía estaba de paso para irse a México con su hermano el conocido filosofo, Ignacio y mi madre se enamoraron, eran amigos de infancia y acabaron unidos, Ignacio era el perfecto intelectual, nada de hombre de acción, pero supo conquistar a mi madre con su supuesta inteligencia y cultura, de hecho no trabajaba en nada, nunca encontró nada que le conviniese y vivían del trabajo de mi madre, siempre cosiendo.

Por aquel entonces mi padre compro una moto para mi hermano mayor como recompensa por su, bachillerato, Quique aprovecho para ir y venir con sus amigos y divertirse por la costa, un día empezó a quejarse de que le dolía la mano, fue al médico y su  veredicto fue terrible, en la palma de la mano tenia una verruga enorme y negra como el carbón, el doctor nos dijo que creía que era un melanoma, cáncer mortal, que le harían una biopsia para asegurarse y que si lo era inmediatamente le cortarían la mano para evitar que el mal se propagase. Quedamos aterrados, mi padre llamó a mi madre para que viniera a asistir a su hijo, estuvo muy bien de su parte fue un detalle humano, pero supongo que no quería afrontar solo lo que se avecinaba.

Recuerdo que mi padre lloraba en el despacho y se lamentaba tirándose de los pelos, mama vino con nosotros para estar presente cuando hicieran los análisis , yo la tranquilicé, estaba segura de que Quique no tenia cáncer, siempre he tenido presentimientos así, nos dejaron estar  presentes en el quirófano, le iban a hacer la biopsia y todo estaba preparado para a continuación seguir con el corte de la mano, estábamos en una galería acristalada que daba sobre la sala de operaciones, apenas respirábamos, el cirujano ofició, los analistas hicieron su cometido y después de un tiempo que nos pareció inmenso el cuerpo médico nos hizo señas de que todo iba bien, a mi hermano le sacaron de la camilla, y el cirujano vino a contarnos lo sucedido, no era un melanoma, era una verruguita vulgaris y su aspecto se debía a que Quique no se lavaba mucho las manos y la grasa de la moto se había acumulado en la verruga dándole ese mal aspecto que engañó a los especialistas..

Nuestra alegría fue grande, pero la cosa trajo cola, mi hermano Quique que era un romántico le pidió a mis padres que si se salvaba volvieran a vivir juntos, mi padre entre los llantos en su despacho prometió a dios, la virgen y todos los santos del cielo volver a ser un buen esposo si la entidad desconocida salvaba a su hijo, y así fue. Una vez pasado el alegron mi padre le comunico a Milagros lo que había prometido cumpliendo los deseos de su hijo, mi madre quedo anonadada, no tenia ningunas ganas de volver con Enrique después de cómo la trató siempre, violador de su hermana, denunciándola para que se pudriera en la cárcel y pagando falsos testimonios, no la había dejado ver a sus hijos impidiéndoles que tuviesen una madre y además era insoportable, ella bien lo sabia. Una promesa al dios supremo era una promesa y mi padre y mi madre a lo mejor temían que la ira divina cayera sobre ellos, mi madre no había prometido nada a ese ente desconocido pero la religión no es mas que una superstición y pensó por un momento que debía sacrificarse para que ningún rayo perdido cayera sobre nosotros.

Me contó sus miedos y sus dudas, me dijo que mi padre le ofrecía ser otra vez su santa esposa pero que antes de entrar en Paseo de Gracia debía pasar unos meses en un sanatorio haciéndose examines para tener la seguridad que no estaba tísica y no iba a contaminarle, el colmo, lo mismo que me hizo a mi cuando me envió a La Font Rocha. No tuve que pensarlo mucho para aconsejarla que declinase el amable ofrecimiento, yo aunque aquí estés me iré en cuanto pueda le dije, ya tenia trazados mis planes, mis hermanos pronto se harán mayores y seguirán su camino, y tu te encontraras mas bien sola con mi insoportable padre que nunca te ha tratado bien, yo sabia la relación de mama con Ignacio y que estaba muy ilusionada, así que le aconsejé que no cambiase su vida por locas supersticiones. Mama se lo pensó y me dió razón, se marcho a Madrid y siguió allí su vida con su nuevo enamorado, pero su tranquilidad no iba a durar mucho.

Una tarde, estando yo en casa, tuvimos una visita, se trataba del rico terrateniente murciano, quería hablar con mi padre, me dejo helada, al parecer se conocían de Valencia, comprendí que algo se tramaba y procuré enterarme de lo que decían, no se como lo conseguí, pero ese tipo venia a pedir a mi padre que denunciase a mi madre, otra vez, esta vez como roja, le contó llorando que Milagros le había abandonado por Ignacio, que él nada podía hacer pero mi padre podía vengarle, nos engaña a los dos, le dijo, mi padre le prometió que se ocuparía del asunto, pero no le deje mucho tiempo para hacerlo, me puse en contacto con mama y le conté la teoría del complot, se trataba de que al denunciarla le quitasen el pasaporte y así impidieran que se fuese a Paris que era lo que habían decidido ella su enamorado, así avisada mi madre pudo refugiarse en Francia rápidamente antes de que le quitasen el pasaporte, no se si mi padre llegó a denunciarle, me temo que si ya que cuando la policía nos buscó a las dos, a ella por ser mi madre, en Paris me enteré de que la buscaban por roja, Mama me contó cuando al fin pudimos vernos en Francia que el murciano se comportó como un cerdo con ella, después de llorar pidiendo que no le dejara le quito las cuatro joyas que le había regalado y la cubrió de insultos, nunca mas volví a saber nada de él, mejor. Milagros se marchó, se instaló en Lille y después en Paris, allí pudimos vivir tranquilas y juntas, ya veremos como.

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