lunes, 5 de enero de 2009

LAS HISTORIAS DE MI FAMILIA


HISTORIAS DE FAMILIA


Voy a contar aquí a que se debió las desapariciones familiares de las que hablaba en el precedente capitulo. Empezaré recopilando cosas de las que ya he hablado, pero que condujeron a lo que voy a contar.

La familia de mi madre llegó de Francia huyendo de los nazis que ya habían entrado en Paris, allí quedó mi abuelo, solo y enfermo y debiendo esconderse ya que estaba buscado por los SS, creyó que en España su familia estaría a salvo, no sabían los refugiados en Francia la terrible situación que en España se vivía, el genocidio programado para aterrorizar a los ciudadanos estaba en marcha, las clases burguesas y la Iglesia que habían apoyado y participado en la carnicería no deseaban tener testigos de sus robos y sus crímenes, no deseaban que nadie volviese para ver lo que sucedía, para preguntar donde estaban familias enteras desaparecidas, las tierras robadas y los bienes de los republicanos que aun hoy día están en las cunetas, y que son el origen de las fortunas de los que nos gobierna, tanto de derechas como de izquierdas.

Mi abuelo no conocía la existencia de los campos de trabajos forzados, de los esclavos de Franco, de los fusilamientos al amanecer y de los tiros en la nuca para los que poseían bienes que los fascistas codiciaban

A ese país mando a su familia, se se hubieran quedado en Francia hubiesen acabado en un campo de exterminio, fue la suerte reservada a los refugiados españoles por los nazis siguiendo los consejos de Serrano Suñer, supongo que escogió lo menos malo, eso no quiere decir que fuese bueno y su familia no fue bien recibida por nadie.

La madre y sus tres hijos intentaron sobrevivir como pudieron, mi abuela Milagros no fue capaz de reunir a sus hijos con ella, no tenia medios económicos y su vida de esposa y madre no le había preparado para afrontar el odio con que los fascistas trataban a los republicanos. Su soledad y sus problemas le hicieron aceptar la oferta del marido de su hija de venir a instalarse en Castellón, eran personas indefensas que buscaban un apoyo, en este caso también mi abuela se equivoco al tomar la decisión de instalarse en una casa donde su hija seria violada por el dueño.

Poco antes de que llegaran a Castellón, Milagros y su hija vivían en Valencia, sin grandes recursos, solo se sostenían de lo poco que cosía primorosamente mi abuela, Miguel Ángel estaba interno en un colegio religioso y Pepe, el mayor decidió hacerse jesuita para huir de una situación familiar a la que no podía hacer frente, así que el que la madre y la hija vinieran a instalarse a Castellón parecía una buena idea, mi madre tuberculosa y ausente, intentando hacer frente a la enfermedad en un sanatorio de la sierra madrileña nos había dejado bastante huérfanos, mis hermanos eran muy pequeños y un poco de cariño no les hubiera ido nada mal.

Como decía Benavente la vida es la losa de los sueños y todo fue muy diferente a lo que hubiera debido ser. Mi padre se encontró con una chica joven en su casa, sin mujer le pareció mejor aprovecharse de la situación que irse de putas como siempre hizo. Mi tía era muy bonita y tenia un encanto irresistible, yo siempre recuerdo las peleas entre jóvenes durante las vacaciones por tener el honor de bailar o llevarla a la grupa del caballo, y a mi padre le vino muy bien tener a mano una niña como ella, digo niña porque era menor, pero eso no impidió que abusase de ella, supongo que la haría callar con la amenaza de echarlas a ella y a su madre de casa o incluso denunciarlas como rojas, es lo que hizo años después con mi madre.

Esta situación duró algún tiempo, Toya tenia un novio, supongo que era una buena tapadera de cara a la sociedad y a la familia, la primera que se dio cuenta fue Irene y por eso se marchó a Valencia, después las cosas fueron tan evidentes que hasta Milagros tuvo que darse por enterada y también se marchó, no se que hubiera pasado sin la ausencia de mi padre, supongo que Toya aprovechó que estábamos solos para vender mi bici y coger el tren que la liberaba de su violador.

Mi padre se marchó con una amante, lo horrible es que esta pobre señora era la mujer de uno de sus compañeros de hacienda y a la que además dejo embarazada, quizás el que tuviera que venir deprisa por la ausencia de Toya y nuestro abandono hizo estallar el escándalo, todo Castellón se enteró de los cuernos del amigo burlado, y entonces no se bromeaba con el honor, así que el buen señor repudió a su esposa y no reconoció a la hija que esta tuvo Años después mi madre la encontró en Valencia, fue a pedirla que declarara contra mi padre, ya que este le había puesto un juicio por adulterio aunque el primer adultero fuese él, no quiso, ella y su madre tenían aun miedo de todo. Vivian miserablemente con una hija que se parecía mucho a mi y que estaba muy enferma, hambre, tisis, mama le llevó una muñeca y nunca supimos mas de ellos, mas victimas de mi padre, una hermana mía que no dejaron vivir.

Mi tía tomo el tren que la llevó lejos de nosotros, hacia Valencia, en el trayecto hizo amistad con un joven, seguramente le contó como había tenido que huir de la casa de su cuñado y este seducido por su belleza la invito a trabajar en una sala de fiestas de su propiedad, mi tía tocaba la guitarra y cantaba y para eso la contrató. Su vida artística no duro mucho esta vez, mi padre apareció en Valencia a buscarla, se busco el novio de mi tía como aliado y porque era policía, así tenia mas posibilidades de conseguir sus fines, volver a apoderarse de su presa con el apoyo de las autoridades. Intento llevarla con él, al no conseguirlo denunció al dueño del club por abuso de menores, exactamente lo que él había hecho y denunció a mi tía por haber abandonado su casa, pretendiendo que era su tutor y pidiendo que se la devolvieran, la justicia debía ser cómplice del incesto.

Mi padre tenia la costumbre fascista de denunciar a las mujeres que se le resistían, eran seres indefensos y mas si eran rojas, lo hizo con Toya, denunció por dos veces a mi madre y a mi me amenazo durante años con mandarme a la policía detrás si me marchaba de su casa, cuando al fin la policía vino a buscarme no fue a petición suya y yo no estaba allí.

Esta vez tampoco se salió con la suya, mi tía contó como abusaba de ella, siendo menor como era, claro que aunque su historia era cierta no podía ganar el pleito, los hombres siempre tienen recursos contra una mujer que les acusa, mi padre dijo, como todos hacen, que las relaciones eran consentidas y además pagó a varios testigos para que declararan haber tenido relaciones con la pobre muchacha, se absolvió a mi padre, pero no se obligó a mi tía a volver a sus garras, el escándalo fue grande y pesó siempre sobre su vida.

Mi tía y su madre se fueron a vivir a Madrid, allí estaba mi madre, en el sanatorio, por esta época decidió hacerse una toracoplastia, operación gravísima de la que pocos sobrevivían, consistía en abrir el pecho y estrujar el pulmón enfermo de tisis, para esto había que cortar varias costillas, mi madre vivió largos años sin medio pulmón y sin costillas, sobrevivió, fue de las pocas que sobrevivieron, pero su ansia de vivir le hizo seguir adelante.

El escándalo de mi padre había incomodado a los dirigentes de hacienda, aunque no había sido condenado por el tribunal pensaron someterle a un tribunal de honor para expulsarle del cuerpo. Antes de hacerlo se dirigieron a mi madre, seguramente eran antiguos amigos y compañeros de mi abuelo, le preguntaron su parecer, mama, siempre tan ingenua, dijo que no lo hicieran, tenían tres hijos y se expulsaban a mi padre quedaríamos en la miseria, lo hizo por nosotros, no debió hacerlo porque nunca se lo agradeció y siguió persiguiéndola toda su vida.

Milagros Riera

Foto de Maria Victoria Tejon y de su padre Juan Tejon

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