lunes, 1 de octubre de 2007

LIBERTARIOS, BOMBAS EN BARCELONA



LIBERTARIOS, BOMBAS EN BARCELONA

La historia de aquellas caídas en Barcelona continuaba, yo me encontré cortada de momento del FOC y para esconder a mi primo y conseguir sacarlo de la trampa catalana me volví hacia los libertarios que me ofrecieron su ayuda. Esto se hizo gracias a mi amistad con Jorge Conill, lo conocí en las reuniones de antifascistas a las que participamos y simpatizamos, formamos un grupito con amigos de la asistencia social y otros conocidos, algunos éramos del FOC, yo no lo decía, era clandestina, así que Jorge lo ignoraba, yo no tarde en saber que él estaba en contacto con grupos anarquistas, recuerdo que a raíz de la persecución de nuestros militantes nos dimos una cita en la Plaza de Cataluña, lo recuerdo muy bien ya que fue el principio de mi aventura que me llevó al exilio, Jorge me dijo con mucho misterio que si conocía gente deseosa de esconderse o de abandonar España por estar buscada por la policía el podía ayudarlos, me hablo de su pertenencia a un grupo libertario que buscaba provocar acciones en Cataluña, yo me agarre a un clavo ardiendo, le dije que su oferta me venia muy bien y le informe de que yo era del FOC y que muchos de mis compañeros estaban detenidos o escondidos, se sorprendió, sabia que yo estaba mezclada con movimientos antifascistas, pero ignoraba mi militancia, creo que había pensado enrolarme en su grupo. Le hable del problema de mi primo, debía buscarle con urgencia donde esconderlo y pasarle a Francia lo antes posible, lo había consultado con Isidro Moles, que aun no había sido detenido y era uno de los fundadores del Foc, me dijo que le parecía estupendo que Manolo se marchara a Francia, ya que era un jodido pelma y nadie podía verlo, yo esto nunca se lo dije a mi primo que considero siempre a Molas como su gran amigo, para ver la catadura de este individuo, representante de la izquierda caviar, basta saber que como miembro del Senado Español a la muerte de Franco, se opuso a que los republicanos buscáramos a nuestros desaparecidos.

Sigamos nuestra historia, Jorge me dijo que iba a consultar a los responsables y me dirá lo que podía hacer, así fue, los responsables estuvieron de acuerdo en ayudarnos con la condición de que yo y mi grupo colaboraran también con ellos en las acciones que querían emprender, Jorge me explico que él y su grupo tenían como misión poner algunas bombas en Barcelona, procurando no hacer victimas, para despertar la conciencia del pueblo, en el FOC no éramos terroristas, mas bien hijos de papa con contadas excepciones y yo como marxista tampoco lo era, pero la idea de sacudir un poco el adormilamiento general me agradaba y no me daba miedo, así que accedí gustosa a colaborar con las Juventudes Libertarias.

Jorge había encontrado a las juventudes libertarias en Paris cuando fue allí para alejarse de su padre, estuvo alojado en casa de sus primas Lola y Catalina, ellas eran de familia libertaria, los Poveda y le introdujeron en el anarquismo. Hacia poco que se había formado el grupo de las Juventudes libertarias llamado Defensa Interior, deseaban seguir las acciones de acoso al franquismo desde el interior de España, Alberolas, un hijo de refugiados españoles en México vino de ese país para organizar el grupo, Jorge se integro con ellos y se le mando volver a Barcelona para empezar sus acciones con algunos compañeros que allí vivian. Tenían un vasto programa, desde poner algunas bombas, cosa que hicimos, hasta organizar un atentado a Franco, pero eso no iba con nosotros, estaba previsto en el norte, también llegamos a pensar dar su merecido a algún policía de la Vía Layetana, Creix para mas señas, ya que estaban torturando a nuestros compañeros, hubiera quedado muy bien que fuese yo la que disparase al esbirro en el metro, una mujer siempre hace mejor, las cosas no fueron mas lejos, no tuvimos ocasión de hacerlo.
Por el momento nos dedicamos a esconder a mi primo, Jorge conocía a alguien en las guillerias que podría albergarlo, les contó que era un estudiante que debía reposarse para preparar los exámenes, no se si se lo tragaron, pero allí estuvo durante algunos días, mientras tanto los libertarios preparaban su paso a Francia. Recuerdo nuestras excursiones a las Guillerias, una bonita región de montaña, no lejos de Vich donde Jorge tenia familiares que poseían una pensión, alguna vez pernoctamos allí cuando íbamos a ver a mi primo, el grupo de apoyo era yo con José, un muchacho que conocía de Berlitz y que andaba un poco enamorado de mi, Esperanza, mi mejor amiga de la asistencia, Rose amiga suya y mía también, Nuria mi compañera de auto-stop participaba en las operaciones. Recuerdo las discusiones que Jorge y yo teníamos durante nuestras excursiones, el intentaba llevarme al anarquismo, yo le oponía mis ideas marxistas, los dos acabábamos gritando como condenados sin convencernos, aunque poco mas tarde mi amigo se apuntaría al PCE cuando ya estaba en la cárcel de Burgos, quizás recordara un poco mis argumentos comunistas.

Mientras esperábamos el pase de la frontera de mi primo se iba cumpliendo el programa de los libertarios, las bombas empezaron a estallar en Barcelona, Jorge era el encargado de preparar los explosivos, había empezado a estudiar químicas, yo compraba los despertadores, verdaderamente era un trabajo artesanal, aun así se pusieron bombas en varios sitios, sede de los sindicatos, vitrina de la Vanguardia y sobre todo en el monumento a la victoria franquista del Paseo de Gracia, enfrente de mi casa, yo deseaba verlo volar pero el horrible artefacto no recibió mas que un rasguño.

En vista del éxito que habíamos tenido con nuestras explosiones, los del grupo libertario decidieron modernizarnos y nos enviaron el plástico, que esa el último grito entonces en materia de explosivos. Unos jóvenes libertarios de Milán fueron los encargados de contactar con nosotros para estas faenas, nos reuníamos en un café de la Vía Layetana, donde al parecer iban a tomar café los torturados de la Brigada Político Social, eso hacia reír mucho a nuestros amigos italianos que no temían a nada, mas tarde lo demostraron, el caso es que estábamos viendo la ocasión de alquilar un piso por allí, yo me instalarla, todos sabían que soñaba con marchar de mi casa, y serviría de enlace y albergue para la organización, la idea era buena pero no tuvimos tampoco tiempo de concretizarla.

Los italianos nos tomaron gran cariño, nos contaban como buscaban explosivos, el plástico, y que un día tuvieron una cita en Milán con alguien que querría contactarlos, después de despedirse vieron que se les seguía, un individuo mayor, les acostó y les dijo que no volvieran a tener relación con esa gente, el era anarquista y sabia que eran de lo que se llamó la organización Gladio, responsable de muchos asesinatos, tanto en Italia como en España y que estaba organizada y a las ordenes de la OTAN para impedir  que los comunistas llegasen al gobierno en cualquier estado de Europa. Nos lo contaron para que fuéramos vigilantes con nuestros contactos, pero ya sabíamos que había infiltrados por todas partes.

Estos chicos estaban dispuestos a todo, nos prometieron que si la policía nos echaba el guante ellos se encargarían de que nos soltaran, secuestrando a alguien para cambiarlo por nosotros, se lo agradecimos sin la verdad creerlos mucho, los hechos demostraron que hablaban en serio y estaban dispuestos a cumplir sus promesas, ya lo veremos mas adelante. En nuestros encuentros con los libertarios que venían de Francia Jorge me presentaba siempre como su compañera, a mi no me extrañaba, para mi compañera entre los anarquistas era como camarada para los comunistas, pero esta manera de presentarme llevó a hacer  creer a los compañeros que yo era pareja de Jorge, cosa que nunca fue así y esto me llevo a tener problemas con los libertarios una vez exilada en Paris, durante muchos años se me tomó por la mujer de Jorge y lo malo es que yo ni lo sabia, siempre tuve una gran amistad y cariño por él, nunca lo olvide en los largos años que paso preso, mucho tiempo después me dijo que había estado enamorado de mi, yo no, nunca sentí atracción por este muchacho, años mas tarde supe porque y de la que me había librado.

Mientras seguíamos la lucha la vida continuaba, los amigos, unos comprometidos o no solíamos pasearnos por los cafes e incluso salas de fiestas, a mi la vida nocturna no me interesaba mucho, pero nos decíamos que si la policía nos vigilaba vería que éramos gente normalita, al grupo de jóvenes que éramos se unió el padre de Jorge, nos acompañaba diciéndonos que lo que le interesaba era la juventud, en esta caso era yo la que le interesó, siempre andaba haciéndome la corte, yo le veía como un vejestorio y no podía imaginar tener algo que ver con él, debo decir que no estaba mal para su edad y tenia un cierto atractivo, un día me telefoneo para decirme que estaba muy enamorado de mi, que me fuese a vivir con él, me pondrías un piso lleno de cuadros donde podríamos recibir amigos y ser felices, me quede de piedra, no comprendía el porque de su proposición, y luego lo vi claro, le explique detenidamente que yo era una hija de buena familia y que vivía en un piso mayor del que él podría proporcionarme, había ya comprendido de que iba y le dije que se equivocaba conmigo, yo no era la novia de su hijo ni había nada entre nosotros así que no tenia mas que dejarme en paz y buscarse otro plan. Comprendí que creyendo que había una relacion entre Jorge y yo deseaba romperla como ya hizo con la chica da la que su hijo estuvo enamorado, no le vi mas y creo que esa herida de amor propio pudo influenciar en la nefasta determinación que tomo y que tuvo para muchos consecuencias dramáticas.

Por fin los libertarios pudieron organizar la salida de mi primo, le proporcionaron falsos papeles y lo pasaron entre un grupo de turistas, yo le di la dirección de mi madre que en este momento estaba en Lille, donde Ignacio había encontrado trabajo en un liceo para enseñar español, paso algún tiempo con ellos hasta que pudo instalarse en Paris para pedir refugio político, pronto volvería a tener noticias suyas. En una de las veces que subimos a la montaña para ocuparnos de él fuimos a dar un paseo por el bosque, Jorge nos hablaba de sus primas de Paris a las que mucho quería, poco pensaba yo que pronto las conocería, así como a sus compañeros anarquistas, era le época de las fresas silvestres y aprovechamos para comer unas cuantas, al parecer las jóvenes catalanas de entonces las recogían para sacarse un dinerillos para su ajuar, si cuento esta anécdota es porque mas adelante tuvo una cierta importancia, ya lo veremos. Nuestras aventuras continuaran.
Para conocer la organización GLADIO

http://www.rafapal.com/?page_id=653

 Octavio Alberola Suriñach, de 70 años, ex jefe de Defensa Interior (DI), un grupo secreto formado en 1962, por acuerdo de la CNT, la FAI y la Federación Ibérica de Juventudes Libertarias, "para reactivar la lucha contra el régimen del general Franco".



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