MI FAMILIA EN
ALICANTE
Mi amiga Mary Dory |
Lo primero que
hizo mi padre al instalarme en su casa contra mi voluntad fue mandarme a un
colegio, el mejor de Alicante, Jesús y Maria, allí iban las hijas de las
mejores familias así que yo debía contarme entre ellas, pase tres años allí y
no aprendí gran cosa, no me dejaron estudiar, al parecer el medico determino
que la meningitis que había sufrido aconsejaba que mi cerebro no se cargara
demasiado, a mi me hubiera gustado hacer el bachillerato pero no hubo manera,
mis delicadas meninges debían estar en reposo, así que me pusieron en una sección
de cultura general, con un grupo de chicas que no querían estudiar, solo debían
prepararse para casarse lo antes posible, algunas estudiaban música y a todas
nos enseñaban como debíamos dirigir a nuestras futuras criadas y aprender a ser
buenas amas de casa. Esta no era mi vocación así que me aburría cantidad, casi
cada semana venia un cura para darnos conferencias sobre lo malos que eran los
comunistas y nos pedían dinero y ropa para enviar a los países que tanto sufrían
de aquel odiado régimen, también nos pasaban documentales sobre los bombardeos
de los aliados en Alemania, aquello me interesaba mas.
De vez en cuando teníamos
exámenes y me di cuenta que la telepatía que había desarrollado me permitía
pasar a la monja las preguntas que yo deseaba que hiciera, casi nunca fallaba así
que siempre acababa el curso con matricula de honor. Al igual que me paso en mi
internado con las esclavas me di cuenta de que no podía soportar a las
monjitas, siempre detrás de las niñas ricas para ver si conseguían meterlas en
el convento, creo que todas se casaron con los ricachones a los que su familia
las destinaba.
Uno de mis
recuerdos del convento es el de subir una escalera a golpe de chasca mientras
miraba a mi alrededor pensando donde se podía poner una bomba para hacerlo
estallar, nunca abandone esa idea y con el tiempo casi lo conseguí.
El 20 de
noviembre era dramático en Alicante, por si no os acordáis os recuerdo que fue
la fecha en que se fusilo a José Antonio, y fue en esta ciudad donde tuvo lugar
el suceso, para conmemorar la desaparición del martirísimo, fundador de la
falange, no lo olvidéis, Alicante se vestía de luto, la radio no trasmitía mas
que cánticos religiosos y música clásica, en todas las iglesias se celebraban
misas solemnes a las que las mujeres asistían engalanadas con mantillas y
vestidas de negro, yo tenia aun mas suerte en la celebración, por si fuera poco
las misas bajas a las alumnas y alumnos de los colegios nos llevaban a visitar
en la cárcel la celda donde estuvo prisionero el primero de los falangistas, debíamos
llorar escuchando el relato de sus últimos momentos, heroicos, no cabe duda, también
no dejaban de informarnos que la culpa del enorme crimen fue de la República de
sangre y de dolor y de los malvados comunistas.
Mas tarde me
entere de la verdad de lo sucedido, José Antonio fue hecho prisionero, juzgado
como golpista y condenado a muerte por un tribunal legal, mas tarde la
República ofreció a Franco cambiarlo por otro condenado republicano en zona
rebelde, el dictador se negó, al parecer la desaparición del fundador de la
Falange le venia muy bien, nadie iba a disputarle el poder.
También me entere
de que cuando las tropas fascistas entraron a Alicante desenterraron su cuerpo
para llevarlo a Madrid, los falangistas llevaban en hombros los despojos de su
jefe, andando, cuando llegaban a los pueblos donde pernoctaban se emborrachaban
para darse ánimos y sacaban de la cárcel a los republicanos que allí pudiera
haber y los asesinaban entre risotadas, de esta marcha sangrienta quedan pocos
testigos, fue un funeral digno de un dios bárbaro.
No hacia mucho
que estaba en Alicante cuando sobrevino la muerte de Stalin, llevaba muchos
años, los que tenia, oyendo que ese hombre era un diablo, el gran adversario de
Franco y de nuestro destino en lo universal, así que naturalmente sentí una
gran admiración por el dirigente de la Unión Soviética, patria de mis amados
comunistas, el tiempo ha pasado desde entonces y la figura de Stalin sirve hoy
de espantapájaros, tanto la izquierda
como la derecha le cubren de oprobio, yo recordare siempre que los bigotes de
el padrecito de los pueblos representaron una esperanza para muchos. Su muerte
yo la sentí profundamente y durante unos cuantos días en el colegio o bien en
mis paseos por la explanada lloraba ante el asombro de mis compañeras o de las
monjas, cuándo me preguntaban el porque de mi llanto les respondía que se había
muerto Stalin, el horror con que me miraban unas y otras era digno de ver,
claro que mi llanto no estaba exento de provocación, que es lo mío, pero era
sincero.
Yo cuando iba a
misa me ponía malísima ya me pasaba en Madrid y en Valencia, pero en Alicante
llegaba a desmayarme, me llevaron al médico que se interesaba tanto a mis
pulmones, en vez de ver la verdad, que estaba poseída por el diablo, única
explicación racional, me firmó un certificado médico diciendo que mi debilidad
no me permitía asistir a los ritos de la secta, así que no volví a oír misa en
el colegio, eso me permitía levantarme mas tarde, una ventaja ya que soy algo
perezosa, los años pasando aun me pongo mala visitando las iglesias y
catedrales, solo voy con ánimos turísticos, pero nunca dejo de encontrarme mal,
el colmo fue en la catedral de Toledo, casi me desmayo, es un lugar lúgubre.
En el colegio me
hice algunas amigas, como todas las jóvenes iban a la pesca de novios, nuestra
distracción era pasear por la explanada, íbamos hasta el final y volvíamos, así
cruzábamos los grupos de chicos que hacían lo mismo, les mirábamos, nos miraban
y vuelta otra vez, nunca hablábamos con ellos, estaba mal visto, era aburridísimo
asi que al cabo de dos o tres vueltas decía a mis compañeras de paseo que me
marchaba a mi casa para leer “La materia inanimada” mi lectura favorita, y eso
hacia sentada en la terraza mirando el mar.
Menos mal que encontré en la hija
de don José Peon el profesor de mis hermanos una amiga de mi edad, era la chica
mas guapa de Alicante, tenia novio formal a pesar de su tierna edad, 15 años y
eso la impedía que pudiéramos salir de paseo o al cine juntas, las chicas
cuando se echaban novio ya no salían de casa con amigas, nos veíamos en su casa
o en la mía y su compañía fue lo mejor que allí viví, ya contare la historia de
su familia , también ella me dice ahora, cuando nuestra vida queda detrás
nuestro, que el tiempo que pasamos juntas es el mejor recuerdo de su juventud,
cuando fue mas feliz, y la creo, nos reíamos, hacíamos bromas, todas las
confidencias de las jóvenes las vivimos juntas y eso ninguna de las dos lo ha
olvidado, nuestros caminos se separaron durante muchos años y fueron
completamente diferentes, pero siempre hubo una unión entre nosotras.
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